TVE este año cambió de presentadores, y la irreverencia con la estampa del Sagrado Corazón ha sido motivo de gran polémica (que, al tiempo los mencionados han aprovechado para difundirse). Antena 3 optó por los mismos, con la novedad de la confección de un vestido con leche materna.
12 campanadas
Se disputan las cadenas los televidentes para las doce campanadas con las que se finiquitan y se abren los años. Y en su emisión uno encuentra varias opciones: desde la puesta en escena clásica, a la costura lactosa y las ocurrencias (alguna de ellas, como amuleto individual de inspiración religiosa, prescindible). Las dos últimas despiertan admiradores y detractores, y un corolario de opiniones, con las que se entretiene al personal como si de un pugilato se tratase. En la retransmisión del uvero festín, el protagonista, el valiosísimo reloj de la Real Casa de Correos, carece, vez tras vez, de historia y de autor. Para la Reina Castiza la inauguración de este reloj, donado por el cabreirés de Iruela, Rodríguez Losada, fue una de las últimas satisfacciones, dos años antes de que la Revolución de 1868 la enviara al exilio. En aquel entonces la Puerta del Sol había sido remodelada según pauta de las casas de Santiago Cordero y en las calles del entorno se solazaban maragatos para inspiración de dibujantes como Gustavo Doré. En 158 años no ha tenido tiempo el Ayuntamiento de la Villa y Corte de reconocer a quien tanta aceptación popular sigue concitando, año tras año, en los madrileños, en millones de españoles. Para Losada, ni una calle, ni una estatua, como la de “Mariblanca”, “El oso y el madroño”, o la de “Carlos III”. Y, por si fuera poco desdén, los presentadores televisivos, cada Nochevieja, están a por uvas.
"El Faro Astorgano", 9, 1, 2025
Espiga sin grano
Poco a poco el pequeño comercio o pequeña
industria, de trato familiar, desde antiguo instalada, va desapareciendo;
incluso aquellos rentables, pues pese al propósito de sus detentadores de
alquilarlo, o venderlo, no hay adquirentes. Desde las vísperas de la Navidad, en la antigua calle de
la Torre (por la casa fortaleza en ella existente hasta 1907), y que hoy es del
sabio astorgano Marcelo Macías, el cartel “Se traspasa” figura en la trancada puerta
de la Panadería Merino. Queda clausurado otro obrador de varias generaciones,
así como el aroma a pan fermentado, el trajín de la furgoneta distribuidora, y las colas en la calle, a la espera de los
frutos amorosamente elaborados a partir de esa espiga dibujada en el toldo y que ampara la puerta y el escaparate.
Son tres hermanos los que han gestionado el negocio, aunque
preferentemente Jesús ha laborado en el obrador, Yompi en el reparto y Elda en la venta de la
panadería. Tras el cristal de la puerta, cerca de la oferta de traspaso, se puede leer, en una carta de
despedida, cuánto ha significado para ellos este oficio ancestral, «una etapa maravillosa de nuestras
vidas»,
y cómo han llegado a convertirse, los clientes fijos y aquellos otros, visitantes, en
«parte de nuestra familia, en testigos de nuestro esfuerzo y en la razón por la
cual cada madrugada valió la pena». Solitaria recibirá esta calle a la
madrugada y más escasa será la vecindad.
“El Faro Astorgano”, 27, 12, 2024
Exposic. "Darse la mano". Museo del Prado. Santo Tomás y San Judas Tadeo, del retablo de Becerra, catedral de Astorga. |
Darse la mano
Cuando en febrero de 2008 fue presentada nuestra Semana Santa en la iglesia de los Jerónimos se habían finalizado los trabajos que, según acuerdo del M. de Cultura y el arzobispado madrileño, habían propiciado recuperar su ruinoso claustro, la ampliación del Prado y la mejora interior y exterior del propio templo gótico. Acceder ahora por la entrada del museo que conduce a la exposición, añorada y comisariada por el astorgano Manuel Arias, supone disfrutar de este entorno monumental tan afortunado. Se nos despierta un interés especial cuando una muestra importante, esta bajo el título de «Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro», ofrece obras que forman parte de nuestro patrimonio local o diocesano. En mayor medida en esta ocasión, pues las expuestas en el ‘nudo central’, Santo Tomás y San Judas Tadeo, descansan en el retablo catedralicio de Becerra a unos 12 m de altura; y otra, cercana, la Virgen de la Valvanera, en el del trascoro. Las esculturas de los dos apóstoles, junto al resto del retablo, cuentan con excelentes fotos de Imagen M.A.S., pero nada supera la observación directa: de su anatomía, de su expresividad. Y, ante todo, de su rica policromía. Pues de ello va esta gozosa exposición, que reúne cerca de 100 piezas selectas, en un discurso desde la antigüedad clásica al Barroco, y con la que Arias deja patente cómo, aunque no debidamente resaltada, es “la pintura la que da vida” a la escultura.
“El Faro Astorgano”, 12, 12, 2024