Jueves,
10 octubre, 2013
OBAMA
Y LETTA: EL
PULSO POR OTRA POLÍTICA
EN EL PAÍS MÁS PODEROSO, 50 millones de personas carecen
de cobertura sanitaria. Obama quiere remediar esta situación, y garantizar a
los estadounidenses una atención sanitaria universal (y esto sí es ideología).
Los republicanos, con mayoría en el Congreso, después de perder 41 votaciones y
ser rechazada por el Tribunal Supremo su petición de inconstitucionalidad, han
encontrado ahora la forma de entorpecer esta ley, con su negativa para la
aprobación del pago de la deuda (lo cual también es otra ideología). Ello está
ocasionando la paralización de la Administración (con miles de sus trabajadores
en casa) y una repercusión muy negativa para la economía propia y mundial. Las
últimas encuestas indican que más del 70% de los norteamericanos se están
volviendo en contra del chantaje republicano, y estos parece que empiezan a
retroceder. Obama está manteniendo el pulso, al filo del precipicio. Si
consigue que no le tumben su principal aspiración, no solo será un hecho
importante para EEUU, sino para cuantos consideramos en el mundo que debe
existir, como derecho, una atención pública universal para una atención tan fundamental como la sanidad. En un momento,
además, en el que algunos gobiernos están aprovechando la crisis para minar las
conquistas alcanzadas por varias generaciones, con la introducción de cambios
profundos en contra de la igualdad social.
EL PRIMER MINISTRO ITALIANO, Francesco Letta, libra otra
batalla. Esta contra el representante político más inmoral en el ámbito
europeo, practicante del populismo, aventado por un gran poder político e
informativo; hablamos, claro, de Berlusconi. Letta, en el polvorín italiano,
aceptó presidir un gobierno de coalición con algunos ministros del donjuanesco
y “puberesco” Cavaliere. Con una condena que lo puede apartar definitivamente
de la vida política, si así lo quiere una mayoría parlamentaria, Berlusconi
pretende la complicidad, esto es, la desvergüenza del Partido Democrático de
Letta. Pero para quien tiene principios, y el primer ministro italiano parece
poseerlos, una cosa es gobernar y otra ser cómplices de la inmoralidad. De
momento, al someterse a una “cuestión de confianza” logró la división del
partido del Cavaliere (su voto afirmativo, después del desafío con la dimisión
de su grupo de ministros, no deja de ser un vodevil con un zorro como principal
figurante). Pero, para creer firmemente en Letta, resta una votación importante
en el Senado: el voto afirmativo de su partido para apartar definitivamente a
Berlusconi de la vida política, aun con el riesgo de quedar debilitado en su
gobierno. Claro, que en caso de verse derrotado, puede suceder que el zorro se
vaya antes con el rabo entre las piernas; así el vodevil ya sería completo.